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"Mi abdomen está flácido y abombado"
ABDOMINOPLASTIA
La debilidad muscular del abdomen abombado y el exceso de piel y grasa pueden solucionarse mediante una intervernción quirúrgica denominada abdominoplastia. Esta intervención está diseñada para eliminar todo el exceso de piel y tejido adiposo del abdomen y para reforzar la musculatura dañada por el embarazo o los cambios bruscos de peso. Los resultados son espectaculares y los riesgos mínimos. La recuperación es rápida y no es dolorosa, y los resultados son estables en el tiempo.
¿Qué es la diástasis de rectos?
La diástasis de músculos rectos abdominales es el término que da nombre a la separación de los músculos rectos abdominales en la línea media. Estos músculos están situados en la cara anterior del abdomen y conforman la famosa "tableta de chocolate". En situaciones de aumento importante de peso, y sobre todo, tras uno o varios embarazos, estos músculos pueden separarse ocasionando una debilidad permanente que da lugar a una forma globulosa y no plana del abdomen. Esta separación muscular no es peligrosa para la salud, pero en los casos graves produce una dificultad importante para el ejercicio. Sólo puede repararse quirúrgicamente mediante una "Plicatura abdominal".
¿Quién es la candidata ideal?
Esta situación de exceso de piel y relajación de la pared abdominal que no mejora con dieta o ejercicio físico, se suele dar en pacientes que han tenido aumento de peso y pérdida posterior o en mujeres que han tenido varios embarazos. La abdominoplastia consigue un abdomen más plano, más firme y una cintura más estrecha.
Otras candidatas ideales son aquellas mujeres que presentan cicatrices de cesáreas o cirugías previas, o grandes estrías en la parte baja del abdomen. Toda esta piel puede extirparse en su totalidad.
Por el contrario la abdominoplastia no está indicada para perder peso. No puede realizarse en personas obesas. Se trata del tratamiento que soluciona las secuelas abdominales que aparacen cuando ya se ha producido la pérdida de peso.
La Cirugía
La intervención puede realizarse bajo anestesia raquídea (similar a la epidural utilizada en los partos) y sedación. La duración aproximada es de 2 horas y siempre está asociada al uso de dos drenajes. Estos drenajes son dispositivos de seguridad que sirven para drenar el líquido serohemático que podría interferir en la cicatrización de los tejidos y para vigilar que no ocurran otras complicaciones. Suelen retirarse en 48 - 72 horas. También es necesario el uso de una faja compresiva durante al menos 2 semanas. Debido a la importante extirpación cutánea, suele ser habitual sentir dificultad para caminar erguida durante los primeros días. Esta sensación desaparece a partir de la primera semana.
La cicatriz, aunque tiene una longitud importante, suele ser de una calidad excelente y raras veces se percibe como un problema por las pacientes. Además se diseña en una posición baja y se oculta fácilmente con la ropa interior, bañadores y bikinis.